I made
viernes, 28 de noviembre de 2008
lunes, 24 de noviembre de 2008
Misa de la Esperanza XIII
LOS JÓVENES SON EL PRESENTE
DISTINTOS PERO NO DISTANTES
CONSTRUYENDO EL FUTURO
Homilía de monseñor Luís Stöckler, obispo de Quilmes, pronunciada en la misa de la Esperanza en el Cruce Varela
(22 de noviembre de 2008)
1. El lema de esta jornada fue formulado como una afirmación por jóvenes de nuestra diócesis, que quieren ayudarnos a comprender el mundo juvenil y ser tomados en cuenta en la misión de la Iglesia hoy. Con mucho énfasis dicen ellos que su participación en la sociedad no comienza recién cuando sean grandes, sino que ellos ya ahora tienen algo que decir para el futuro de nuestra Iglesia y nuestra sociedad.
2. Cuando se pregunta en nuestras comunidades, dónde ven los problemas más importantes de la familia hoy, sale con frecuencia la respuesta: en la falta de diálogo, especialmente entre los mayores y los hijos adolescentes. Alguien dijo que muchos de nuestros chicos son huérfanos de padres vivos. En muchos hogares la computadora y el mundo virtual disimulan el vació que se ha creado por la ausencia de los padres. Se produce en la casa un desconcierto de gente bienintencionada que no sabe qué hacer. Realmente, para entender los cambios vertiginosos que se producen entre nosotros, con hábitos a veces muy llamativos, necesitamos, los mayores y los jóvenes, del asesoramiento mutuo. Apenas estamos deletreando nombres nuevos, como emos, floguers, cumbieros, darks y skiners, además de los conocidos, como punks, rolings e hipis. ¿Qué reclamo hay detrás de este fenómeno de las así llamadas tribus urbanas, aquí y en muchas partes, no solamente de nuestro país, sino del mundo?
3. Cuando nuestros jóvenes dicen que ellos son distintos, evidentemente no se identifican con la delincuencia, sino quieren señalar los anhelos profundos que se esconden detrás de los hábitos novedosos. Hay quienes manifiestan con su música movida la protesta orgullosa de los excluidos contra una sociedad que los margina. Hay quienes expresan su sensibilidad frente al absurdo de un futuro sin proyectos, se visten de luto, se lastiman a si mismos y proponen hasta el suicidio como salida adecuada. Incontables son los que tratan comunicarse a través de los medios que nos ofrece la tecnología, sin que esto exija la entrega de la persona. Otros usan estos medios en su búsqueda de felicidad, y la confunden con la excitación pasajera que los deja vacíos y tristes. Otros, y ya no son excepciones, se volcaron a la droga; hasta los niños se inician en el consumo. Si la sociedad no abre otra perspectiva a nuestros chicos, no nos debe extrañar que nuestras cárceles sigan pobladas por jóvenes.
4. Cuando enumeramos estos signos de nuestro tiempo, no lo hacemos para desalentar a nadie, sino para descubrir, con los ojos de la fe, que aquí se manifiesta una multitud de jóvenes, hijos e hijas nuestros, que claman por ser salvados. “Mediante la encarnación el Hijo de Dios se ha unido en cierto modo a todo hombre”, decía el Concilio Vaticano II (GS 22). Por eso, comentaba Juan Pablo II, “este hombre es el primer camino que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión” (RH 14). “No se trata del hombre ‘abstracto’ sino real, del hombre ‘concreto’, ‘histórico’. Se trata de ‘cada’ hombre, porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno se ha unido Cristo, para siempre” (RH 13). Ya no hay distancia entre él y nosotros. Así entendemos lo que quiere decir que los jóvenes son distintos, pero no distantes. En la búsqueda de lo auténtico, ellos sienten que Jesús lo era y lo es. Porque él comprende su tristeza, él también comparte su indignación por las injusticias; en él descubren a un hombre realmente libre; él, en su sufrimiento por amor a los hombres, dio sentido al dolor; su ejemplo muestra que la vida vale la pena; el anhelo de plenitud, encuentra en él su cumplimiento; y finalmente, con su muerte y resurrección, abrió el horizonte de la esperanza.
5. Los que creemos en Cristo, tenemos un potencial enorme de convicciones y motivaciones para no quedarnos con los brazos cruzados frente a las situaciones desafiantes en nuestro país, en nuestras ciudades, en nuestros barrios, en nuestras casas. A propósito celebramos esta misa al aire libre en el centro de nuestra diócesis, para expresar que nos mueve la esperanza y la certeza de que el futuro de nuestra sociedad lo construimos juntos desde nuestra fe. Para que los jóvenes sean esperanza, seamos, primero los adultos, esperanza para los jóvenes, y al modo de Jesús. Él primero lo hacía aprendiendo y trabajando ocultamente como un hombre común del pueblo y un creyente que participaba en la vida de la comunidad. ¿No deberíamos comenzar en nuestras familias y reservarnos tiempo gratuito para conversar, como lo hacían en el hogar de Nazaret? Después, cuando Jesús recorría su país y anunciaba el Reino en todas partes, se dirigía especialmente a los marginados y pecadores para llevarles la buena noticia de la misericordia de Dios. Hoy, nos toca en nuestras comunidades seguir su ejemplo y llegar a los alejados. Para eso hay que salir e ir donde ellos. Preguntémonos, si los diversos centros comunitarios de los vecinos, a veces muy abandonados, no serían un espacio propicio para agentes pastorales de nuestras parroquias, donde podríamos acompañar con humildad a tantos chicos y muchachos que están en la calle o ya son de la calle. Y creo que deberíamos ponernos al hombro, sobre todo, la preocupación por nuestras escuelas, donde nuestras queridas maestras y maestros están exigidos no solamente como docentes, sino muchas veces como padres sustitutos. Ellos se merecen y necesitan nuestro afecto y todo nuestro apoyo.
6. Pero con nuestra presencia en este lugar apelamos también a los que en cargos públicos tienen la posibilidad y la obligación de crear proyectos que abran a nuestros jóvenes la oportunidad de construir su futuro. Bajar la edad de la imputabilidad de los delincuentes no soluciona el problema del abandono y de la inseguridad. Las Sugerencias que las Naciones Unidas dan a los Gobernantes para prevenir la delincuencia juvenil, dicen: “Los organismos gubernamentales deberán asignar elevada prioridad a los planes y programas dedicados a los jóvenes y suministrar suficientes fondos y recursos de otro tipo para prestar servicios eficaces, proporcionar las instalaciones y el personal para brindar servicios adecuados de atención médica, salud mental, nutrición, vivienda y otros servicios necesarios, en particular de prevención y tratamiento del uso indebido de drogas y alcohol, y cerciorarse de que esos recursos lleguen a los jóvenes y redunden realmente en beneficio de ellos”.
7. Faltan pocos meses, cuando recordaremos los treinta años de la IIIª Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Puebla, donde los Padres de nuestra Iglesia hicieron una doble opción preferencial: por los pobres y por los jóvenes. La opción por los pobres entró fuertemente en la conciencia de la Iglesia y también de la sociedad. Pero creo que la opción por los jóvenes necesita todavía de un decidido impulso para que nuestro continente sea de verdad un continente de esperanza y de amor.
Mons. Luis T. Stöckler, obispo de Quilmes
DISTINTOS PERO NO DISTANTES
CONSTRUYENDO EL FUTURO
Homilía de monseñor Luís Stöckler, obispo de Quilmes, pronunciada en la misa de la Esperanza en el Cruce Varela
(22 de noviembre de 2008)
1. El lema de esta jornada fue formulado como una afirmación por jóvenes de nuestra diócesis, que quieren ayudarnos a comprender el mundo juvenil y ser tomados en cuenta en la misión de la Iglesia hoy. Con mucho énfasis dicen ellos que su participación en la sociedad no comienza recién cuando sean grandes, sino que ellos ya ahora tienen algo que decir para el futuro de nuestra Iglesia y nuestra sociedad.
2. Cuando se pregunta en nuestras comunidades, dónde ven los problemas más importantes de la familia hoy, sale con frecuencia la respuesta: en la falta de diálogo, especialmente entre los mayores y los hijos adolescentes. Alguien dijo que muchos de nuestros chicos son huérfanos de padres vivos. En muchos hogares la computadora y el mundo virtual disimulan el vació que se ha creado por la ausencia de los padres. Se produce en la casa un desconcierto de gente bienintencionada que no sabe qué hacer. Realmente, para entender los cambios vertiginosos que se producen entre nosotros, con hábitos a veces muy llamativos, necesitamos, los mayores y los jóvenes, del asesoramiento mutuo. Apenas estamos deletreando nombres nuevos, como emos, floguers, cumbieros, darks y skiners, además de los conocidos, como punks, rolings e hipis. ¿Qué reclamo hay detrás de este fenómeno de las así llamadas tribus urbanas, aquí y en muchas partes, no solamente de nuestro país, sino del mundo?
3. Cuando nuestros jóvenes dicen que ellos son distintos, evidentemente no se identifican con la delincuencia, sino quieren señalar los anhelos profundos que se esconden detrás de los hábitos novedosos. Hay quienes manifiestan con su música movida la protesta orgullosa de los excluidos contra una sociedad que los margina. Hay quienes expresan su sensibilidad frente al absurdo de un futuro sin proyectos, se visten de luto, se lastiman a si mismos y proponen hasta el suicidio como salida adecuada. Incontables son los que tratan comunicarse a través de los medios que nos ofrece la tecnología, sin que esto exija la entrega de la persona. Otros usan estos medios en su búsqueda de felicidad, y la confunden con la excitación pasajera que los deja vacíos y tristes. Otros, y ya no son excepciones, se volcaron a la droga; hasta los niños se inician en el consumo. Si la sociedad no abre otra perspectiva a nuestros chicos, no nos debe extrañar que nuestras cárceles sigan pobladas por jóvenes.
4. Cuando enumeramos estos signos de nuestro tiempo, no lo hacemos para desalentar a nadie, sino para descubrir, con los ojos de la fe, que aquí se manifiesta una multitud de jóvenes, hijos e hijas nuestros, que claman por ser salvados. “Mediante la encarnación el Hijo de Dios se ha unido en cierto modo a todo hombre”, decía el Concilio Vaticano II (GS 22). Por eso, comentaba Juan Pablo II, “este hombre es el primer camino que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión” (RH 14). “No se trata del hombre ‘abstracto’ sino real, del hombre ‘concreto’, ‘histórico’. Se trata de ‘cada’ hombre, porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno se ha unido Cristo, para siempre” (RH 13). Ya no hay distancia entre él y nosotros. Así entendemos lo que quiere decir que los jóvenes son distintos, pero no distantes. En la búsqueda de lo auténtico, ellos sienten que Jesús lo era y lo es. Porque él comprende su tristeza, él también comparte su indignación por las injusticias; en él descubren a un hombre realmente libre; él, en su sufrimiento por amor a los hombres, dio sentido al dolor; su ejemplo muestra que la vida vale la pena; el anhelo de plenitud, encuentra en él su cumplimiento; y finalmente, con su muerte y resurrección, abrió el horizonte de la esperanza.
5. Los que creemos en Cristo, tenemos un potencial enorme de convicciones y motivaciones para no quedarnos con los brazos cruzados frente a las situaciones desafiantes en nuestro país, en nuestras ciudades, en nuestros barrios, en nuestras casas. A propósito celebramos esta misa al aire libre en el centro de nuestra diócesis, para expresar que nos mueve la esperanza y la certeza de que el futuro de nuestra sociedad lo construimos juntos desde nuestra fe. Para que los jóvenes sean esperanza, seamos, primero los adultos, esperanza para los jóvenes, y al modo de Jesús. Él primero lo hacía aprendiendo y trabajando ocultamente como un hombre común del pueblo y un creyente que participaba en la vida de la comunidad. ¿No deberíamos comenzar en nuestras familias y reservarnos tiempo gratuito para conversar, como lo hacían en el hogar de Nazaret? Después, cuando Jesús recorría su país y anunciaba el Reino en todas partes, se dirigía especialmente a los marginados y pecadores para llevarles la buena noticia de la misericordia de Dios. Hoy, nos toca en nuestras comunidades seguir su ejemplo y llegar a los alejados. Para eso hay que salir e ir donde ellos. Preguntémonos, si los diversos centros comunitarios de los vecinos, a veces muy abandonados, no serían un espacio propicio para agentes pastorales de nuestras parroquias, donde podríamos acompañar con humildad a tantos chicos y muchachos que están en la calle o ya son de la calle. Y creo que deberíamos ponernos al hombro, sobre todo, la preocupación por nuestras escuelas, donde nuestras queridas maestras y maestros están exigidos no solamente como docentes, sino muchas veces como padres sustitutos. Ellos se merecen y necesitan nuestro afecto y todo nuestro apoyo.
6. Pero con nuestra presencia en este lugar apelamos también a los que en cargos públicos tienen la posibilidad y la obligación de crear proyectos que abran a nuestros jóvenes la oportunidad de construir su futuro. Bajar la edad de la imputabilidad de los delincuentes no soluciona el problema del abandono y de la inseguridad. Las Sugerencias que las Naciones Unidas dan a los Gobernantes para prevenir la delincuencia juvenil, dicen: “Los organismos gubernamentales deberán asignar elevada prioridad a los planes y programas dedicados a los jóvenes y suministrar suficientes fondos y recursos de otro tipo para prestar servicios eficaces, proporcionar las instalaciones y el personal para brindar servicios adecuados de atención médica, salud mental, nutrición, vivienda y otros servicios necesarios, en particular de prevención y tratamiento del uso indebido de drogas y alcohol, y cerciorarse de que esos recursos lleguen a los jóvenes y redunden realmente en beneficio de ellos”.
7. Faltan pocos meses, cuando recordaremos los treinta años de la IIIª Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Puebla, donde los Padres de nuestra Iglesia hicieron una doble opción preferencial: por los pobres y por los jóvenes. La opción por los pobres entró fuertemente en la conciencia de la Iglesia y también de la sociedad. Pero creo que la opción por los jóvenes necesita todavía de un decidido impulso para que nuestro continente sea de verdad un continente de esperanza y de amor.
Mons. Luis T. Stöckler, obispo de Quilmes
sábado, 22 de noviembre de 2008
domingo, 16 de noviembre de 2008
"15 años de Gente Nueva con Identidad y Esperanza"
Gente Nueva: gracias por acercarnos a Dios,la virgen y los santos, con el santo rosario, las misas que nos hacen acercarnos y muchas cosas más.
15 años brindando noticias, ayundandonos a reflexionar alegrandonos con las buenas noticias, admirandonos con su gran sentido de solidarida. Nos alegramos con los justos reclamos para conseguir y velar por las necesidades del barrio como es la lucha del pavimento que beneficia tambien a otros barrios.
Los del Tarumá, agradecemos el espacio cedido para dialogar sobre los razas originarias, por la colaboración de los músicos, el narrador la vibración del charango, las anécdotas, leyendas, y la presencia de un sabio y gran maestro toba de jovenes 92 años, la simpatica pintora y numerosos escritores.
Gracias por esta amistad y camaraderia.
¡Felices 15 años y muchos más!
TARUMA Y YOLY
Gente Nueva: gracias por acercarnos a Dios,la virgen y los santos, con el santo rosario, las misas que nos hacen acercarnos y muchas cosas más.
15 años brindando noticias, ayundandonos a reflexionar alegrandonos con las buenas noticias, admirandonos con su gran sentido de solidarida. Nos alegramos con los justos reclamos para conseguir y velar por las necesidades del barrio como es la lucha del pavimento que beneficia tambien a otros barrios.
Los del Tarumá, agradecemos el espacio cedido para dialogar sobre los razas originarias, por la colaboración de los músicos, el narrador la vibración del charango, las anécdotas, leyendas, y la presencia de un sabio y gran maestro toba de jovenes 92 años, la simpatica pintora y numerosos escritores.
Gracias por esta amistad y camaraderia.
¡Felices 15 años y muchos más!
TARUMA Y YOLY
Hace 15 años se empezó a soñar y gestar FM Gente Nueva que salio al aire por primera vez el 30 de octubre del año 1993.
Desde entonces somos comunicadores, a través de las noticias, hechos e informaciones a nivel nacional, barrial, parroquial y diocesano. Sumando música variada en estilos, que le dan a la emisora un sonido particular.
Sumando gestos solidarios al servicio de la comunidad (donación de ropas, alimentos información de documentos extraviados). Dialogando con instituciones de sus actividades, eventos, charlando con el vecino en la problemática de nuestra zona.
15 años de apuestas compartidas del camino que hemos transitado, muchas fueron las vivencias que nos encontraron juntos durante este tiempo.
15 años compartidos, se ve una luz tenue hacia delante, es la apuesta de andar con la misma convicción y el espiritu renovado, para anunciar la Buena Noticia a todo hombre de buena voluntad en la construcción del Reino a través de la Palabra.
Desde entonces somos comunicadores, a través de las noticias, hechos e informaciones a nivel nacional, barrial, parroquial y diocesano. Sumando música variada en estilos, que le dan a la emisora un sonido particular.
Sumando gestos solidarios al servicio de la comunidad (donación de ropas, alimentos información de documentos extraviados). Dialogando con instituciones de sus actividades, eventos, charlando con el vecino en la problemática de nuestra zona.
15 años de apuestas compartidas del camino que hemos transitado, muchas fueron las vivencias que nos encontraron juntos durante este tiempo.
15 años compartidos, se ve una luz tenue hacia delante, es la apuesta de andar con la misma convicción y el espiritu renovado, para anunciar la Buena Noticia a todo hombre de buena voluntad en la construcción del Reino a través de la Palabra.
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